Conoce más, Turismo Gourmet

Chile, sabores y valores ancentrales

Una historia ligada al mar

Chile cuenta con unos casi 6.500 Km de litoral costero; siendo uno de los países hispanoamericanos que puede decir, en toda regla, que enfrenta su mirada al mar.

¿De dónde viene la sal chilena?

Sin embargo, y a pesar de su oceánica territorialidad, Chile extrae la mayor parte de su sal, de los salares naturales ubicados al norte del país, en las regiones más áridas del mundo; porque sí, además, de ser una nación eminentemente marítima, el territorio chileno es tan diverso, con una geografía verdaderamente envidiable, yendo desde los altos salares y desiertos del norte, hasta los fiordos y lagos boscosos y de tundra, al sur patagónico.

Chile es un país mágico, un país en el que se encuentran la sal, mineral que ha tenido un histórico valor para todas las culturas del mundo, incluso llegando a ser el referente para la remuneración de los trabajadores, en alguna época, en la antigua época, de dónde se derivaría el término: salario; y con la sal, se encuentra un fruto único, de prolongada cosecha, de exquisito e intenso sabor, para combinarse y crear el condimento nacional, el condimento más apetecido por los chilenos, de origen mapuche, con todo el sello chileno: el merkén.

Cahuil, la sal que nos obsequia el Pacífico

Aun cuando la mayor parte de la sal consumida en Chile, proviene de los salares del norte, en Cahuil se extrae un tipo de sal marina, coloreada por la naturaleza, enriquecida por el sodio del Pacífico y que encontró el favor de los pueblos ancestrales y ahora ha sido redescubierta por los chilenos, para darle su justo valor, siendo otro de los productos con sello nacional, un orgullo gastronómico y un baluarte de la culinaria criolla.

Chile y el ají Cacho de Cabra, Chile y la Sal de Cahuil, Chile y el Merkén, Chile y sus productos agrícolas de origen ancestral, sus valores gastronómicos, sus delicateses, tienen una relación un tanto tirante; porque como en otros países latinoamericanos, la apreciación de los frutos de la tierra y del mar, tomó tiempo, requirió de generaciones que hicieran un trabajo constante, cada más visible, para que el ciudadano de a pie, se encontrara más allá de la cocina de la abuela, del fogón del campesino, con su propio legado.

Legados culinarios

Los legados culinarios constituyen marca indeleble de una cultura, hablan en el lenguaje de los siglos, refieren al pasado de un modo, no nostálgico, no alienante, sino entrañable, querible, íntimo.

Los vinos chilenos son un orgullo, los aceites de oliva comienzan a convertirse en un nuevo producto de la inventiva y el tesón chilenos, de esa naturaleza emprendedora, que supo extender los dominios de la nación más allá de los reinos ganados al implacable clima y a la fuerza de los mares, desiertos, bosques, valles intramontanos, ríos impetuosos y nieves perpetuas y peligros de la fauna endémica.

Los chilenos estamos hechos de esa misma materia de la que está hecho el ají cacho de cabra, de la que se hace el merkén, de esa sal que deposita el mar en las costas y que no se confunde con la que se ha acumulado durante miles de años, producto del abrasador sol sobre las arenas humedecidas por el escaso aluvión que alcanza a haber en los altos desiertos de la cordillera, de las semillas del cilantro, especie invasora que supo adaptarse magníficamente a nuestras plácidas huertas, somos un poco de allá, un poco de acá y de más allá.

Chile, con denominación de origen

Venimos de las profundidades de las que se extrae el cobre, de las alturas que coronan la larga cordillera andina, de las costas en las que abundan los frutos del mar, de las lejanas islas en las que civilizaciones antiguas se extinguieron y dejaron huella en la piedra, monolíticos rostros que dan cuenta de un pasado enigmático, venimos de los barcos hispánicos que buscaban el Dorado y de las Kau Pora que soñaban con recorrer el más ancho de los mares conocidos.

Con todo eso en mente, en Sabor Oliva hemos querido rendir tributo, a nuestros ancestros, a nuestros orígenes, a nuestro país, a nuestros sabores, a todo lo que conforma nuestra identidad, nuestras artesanías, nuestras palabras, nuestros saberes, elaborando productos que nos hablan en la intimidad de la cocina, que ensalzan nuestra gastronomía, que transforman nuestras preparaciones en delicias gourmet, sin perder su sello local, sin acudir a nada más que a nuestras recetas familiares, cotidianas, siempre presentes en el corazón de nuestra gente.

Tenemos un norte, convertirnos en la marca preferida de los chilenos, llevar nuestros sabores más allá de nuestras fronteras, lograr que la excelencia sea siempre nuestro lenguaje y que nuestros olivares atraigan, como lo hacen nuestros viñedos, la mirada del mundo entero.

Con tu apoyo, lo podemos lograr.

Te recomendamos:

A.O.V.E Ají Cacho de Cabra

$ 4.200 + Costos de Envío
Aceite de Oliva Virgen Extra 100% chileno con Ají Cacho de Cabra Ahumado 100% naturales. Al usar nuestros productos en sus preparaciones, estarás aportando nutrientes saludables a tu dieta y mejorando tu calidad de vida.

Aceto Balsámico

$ 18.000 + Costos de Envío
Aceto Balsámico 100% chileno, ideal para HORECA. Al usar nuestros productos en tus preparaciones, estarás aportando nutrientes saludables a tu dieta y mejorando tu calidad de vida.

Aceto Balsámico Premium

$ 3.000 + Costos de Envío
Aceto Balsámico 100% chileno. Al usar nuestros productos en tus preparaciones, estarás aportando nutrientes saludables a tu dieta y mejorando tu calidad de vida.

Lecturas con Sabor Oliva:

Posts Relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *