De acuerdo con cifras de la OCDE, más del 80 % de las profesiones que desempeñaremos en una década, todavía no son conocidas; aunque algunos prototipos de estas puedan advertirse en la actualidad; la socióloga, investigadora y asesora de la Comisión Europea, Silvia Leal, apunta que centrar, hoy día, nuestro enfoque, en qué profesión ejerceremos, no es tan productivo como centrar nuestra atención en las competencias que debemos tener para el futuro.
El liderazgo 4.0 no es más que la adecuación racional, emocional y conductual, al nuevo paradigma tecnológico; es una actitud renovada, inspirada y dispuesta a asumir los desafíos que viviremos en el futuro, desde una perspectiva más creativa y crítica.
El cuestionamiento de la realidad y la capacidad para generar soluciones a partir de la formulación original de nuevas vías, no es algo novedoso; los liderazgos disruptivos del siglo XX, del siglo XIX, del siglo XV y de la antigüedad, se han caracterizado, justamente, por estar por encima de los retos y adversidades que suelen ocurrir en momentos cruciales.
Un liderazgo integral
El liderazgo 4.0 demanda de los empresarios, emprendedores, gerentes públicos y dirigentes comunitarios, mayor capacidad para gestionar expectativas, en el plano de lo humano, pero consistentemente, aprovechando las herramientas digitales y tecnológicas que están a disposición de todos.
Una apropiación, cada vez mayor, de las herramientas digitales y de la tecnología que va desde habilidades para programar en los lenguajes y códigos más sencillos, hasta el criterio indispensable para reconocer nuevas rutas qué transitar, en situaciones complejas, aprovechando mecanismos y dinámicas híbridas humano-tecnológicas.
Aunque suene contradictorio, los liderazgos del futuro, los liderazgos 4.0 no solo deberán aprender a gestionar ambientes más inteligentes, también deberán tener una mejor relación y vínculos importantes con el trabajo cooperativo, artesanal, con los entornos naturales, entendiendo que la vida que está a la vuelta de la esquina, no es más artificial, sino más integrada.
Destrezas en la toma de decisiones inteligente, capacidad para influir en otros, para aprender y accionar rápidamente, para cohesionar equipos, aglutinar voluntades, manejar el tiempo eficazmente, resolver problemas, comunicar con asertividad, vincularse a causas importantes, determinar caminos de desarrollo que sumen a más personas, integrar a proyectos personales y corporativos, esquemas de encuentro con las personas, que permitan incrementar el capital humano de la organización, son solo algunas de las competencias indispensables en el liderazgo 4.0.
Competencias que, en un mundo tomado por las tecnologías y la inteligencia artificial, revelan un potencial, increíblemente humano.
Lecturas con Sabor Oliva:

Ají Cacho de Cabra, con sello gourmet
El ají es un producto americano que se ha consumido durante miles de años, desde el norte hasta el sur del continente; pero el ají cacho…

Chile, sabores y valores ancentrales
Chile es un país mágico, un país en el que se encuentran la sal, mineral que ha tenido un histórico valor para todas las culturas del mundo…

El poder del aceite de oliva
El poder del aceite de oliva, para reparar tejidos y reconstruir el entramado sináptico, ha quedado demostrado, después de una serie de estudios…